En este contexto de desarrollo digital, hay nuevas palabras que se incorporan al lenguaje cotidiano de las empresas para su crecimiento. En este sentido, hablaremos a continuación del branding líquido. 

Conozcamos el branding líquido

Si la marca es capaz de contar bien la historia, si es coherente, si tiene una propuesta diferente, relevante y si sus acciones la hacen creíble, entonces se trata de una marca que cuenta con un gran potencial para ser una marca líquida. Si el producto y la actitud es lo suficientemente atractivo, son los clientes los que primero se apoderan directamente de la marca, pasando a compartirla en sus redes sociales personales para que los demás las conozcan y las disfruten tanto como ellos.

En este sentido, cabe preguntarse: si la forma en la que nos comunicamos ha cambiado mucho debido a la acción de las redes sociales y los cambios en los vínculos introducidos por ellas ¿por qué no cambiamos también la base de la manera en la que creamos las estrategias de branding?

Cada punto de contacto es una nueva oportunidad para que los clientes sean los que puedan encargarse de difundir los valores de la marca utilizando los medios de comunicación que tienen a disposición, con sus propias audiencias, como es el caso de las redes sociales. Si el producto o servicio es atractivo y representa la actitud de una comunidad, esa es una buena base.

Es en este punto que uno de los principales puntos de contacto es el packaging. Este no solamente tiene que ser atractivo, sino que tiene que comunicar el qué, el cómo y el por qué se va a interesar a alguien. 

El packaging puede incorporarse a una gran diversidad de productos y de servicios. Un interesante ejemplo se puede encontrar en las oportunidades que brindan las cajas para pizza. Estas son una excelente oportunidad para la presentación de un buen diseño, ya que se constituyen como una hoja en blanco donde es posible lograr prácticamente cualquier cosa.

Una forma de pensar las posibilidades del packaging en las cajas para pizzas de las pizzerías, es entendiendo las condiciones en que las personas o consumidores reciben la pizza que han ordenado. Los clientes que reciben una pizza se encuentran hambrientos y con una gran necesidad, ansiedad y deseo por abrir y encontrarse con el contenido de la caja para poder acceder a él. En este aspecto, un buen diseño que refleje los valores de la marca puede hacer que las personas decidan esperar un momento más y compartan una foto de su caja en las redes sociales.